La máscara que obligaba al silencio:-
En la Venecia del siglo XVIII surgió una máscara tan bella como inquietante: la Moretta.
Hecha de terciopelo negro, realzaba la piel pálida de las damas… pero escondía un secreto.
No tenía cintas ni correas: se sostenía mordiendo un botón por dentro.
Mientras la usaban, no podían hablar.
La Servetta Muta —“la sirvienta muda”— convertía el silencio en una forma de elegancia… y de control.
Una mirada o un leve gesto reemplazaban las palabras.
Hoy, la Moretta descansa en los museos, recordándonos que durante siglos se enseñó a las mujeres a ser vistas, no escuchadas.
“Dama con máscara” y es obra del pintor Pietro Rotari (1707–1762),
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