El sabio que dibujó el futuro en silencio.


En el siglo IX, entre los bazares vibrantes y los palacios del imperio abasí, un nombre surgió para cambiar la historia: Al-Khwārizmī.


Este intelectual persa, tomando el legado de griegos e indios, escribió tratados para resolver problemas cotidianos: herencias, comercio, tierras. No usó símbolos enredados, sino palabras claras. De su obra nació el "al-jabr" —recomponer—, palabra que siglos después se transformaría en "álgebra".


Pero su legado fue aún más profundo.


Al explicar el sistema decimal indio, ayudó al mundo a abandonar los números romanos y abrazar los dígitos que usamos cada día. Al llegar sus obras a Europa, su nombre fue latinizado como "Algorithmi"… y de allí nació la palabra "algoritmo".


Un hombre sencillo sembró, sin saberlo, las bases de la ciencia moderna, la informática y la vida digital.


Los cimientos del futuro, a veces, se escriben en la calma de una pluma.


Créditos: El Ilustrador

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