Meditaciones intempestivas .
“Considerad el ganado, que pasta al pasar a vuestro lado. No sabe lo que significa ayer ni hoy, salta, come, descansa, digiere, vuelve a saltar, y así desde la mañana hasta la noche y de día en día, encadenado al momento y a su placer o desagrado, y por tanto ni melancólico ni aburrido. Es un espectáculo difícil de contemplar para el hombre, pues, aunque se considera mejor que los animales porque es humano, no puede evitar envidiarles su felicidad: lo que tienen, una vida ni aburrida ni dolorosa, es precisamente lo que él quiere, pero no puede tenerlo porque se niega a ser como un animal. Un ser humano puede preguntar a un animal: “¿Por qué no me hablas de tu felicidad, sino que te quedas mirándome?”. El animal quisiera responderle: “La razón es que siempre olvido lo que iba a decir”, pero luego olvidó también esta respuesta y se quedó callado, de modo que el ser humano se quedó perplejo”.
–Friedrich Nietzsche, Meditaciones intempestivas (1873)
Foto de Ragnar Axelsson
Web
Comentarios
Publicar un comentario