La tranquilidad es fundamental.

 La tranquilidad es fundamental, ¿verdad?

Con el tiempo, aprendes a cerrar la boca cuando toca, a no responder a la primera de cambio.
Te apartas de situaciones y gente que te saca de quicio.
Empiezas a proteger tu paz como si fuera tu tesoro, y sí, tu círculo se reduce, pero se vuelve más auténtico.
Eso es la inteligencia emocional en acción.
Aprender a elegir tus batallas es como tener un superpoder: no todos merecen tu tiempo ni tu buena vibra.
La tranquilidad es sagrada, no se discute.

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