Gente con buen corazón.



Cuando haces daño a gente con buen corazón, es posible que no notes una reacción inmediata.


No levantarán el tono, no te acusarán y no crearán escenas.


Llevarán su dolor en silencio, continuando siendo cálidos y compasivos, tal como los conocías.


Pero en el fondo de sus corazones algo cambia.


Están empezando a alejarse, no por venganza, sino por una clara aceptación de la realidad.


Poco a poco crean su distancia, dejándose sin despedidas dramáticas, sin mirar atrás.


Estas son las personas que confiaron en ti completamente y te valoraron sinceramente.


Seguirán amables y compasivos, pero nunca te mirarán con los mismos ojos.


Recuerda, la pérdida de un alma buena es una pérdida irreversible.


Aprécialos mientras estén allí, porque una vez que se hayan ido, no van a volver.

Web

Comentarios