El poder del peón.

 


No Habría Partida De ajedrez si LOS Peones se negaran a Jugar.

¿Y si el verdadero poder no estuviera en el rey, ni en la reina, sino en esos peones que avanzan sin preguntar? Esta frase lanza una verdad incómoda: la estructura solo se sostiene porque los que parecen tener menos poder aceptan las reglas sin cuestionarlas. Tal vez el despertar colectivo no requiere revoluciones, sino simples negativas silenciosas. Basta un “no juego” para romper el tablero.

Comentarios