El campo como lienzo: así los agricultores japoneses.


 El campo como lienzo: así los agricultores japoneses crean obras de arte gigantes con arroz

En las profundidades de las regiones del noreste de la India, una tribu local ha dominado un arte ancestral tan extraordinario como funcional: la creación de puentes vivientes a partir de las raíces de árboles de la especie *Ficus elastica*, comúnmente conocida como árbol del caucho. Esta ingeniosa práctica, transmitida de generación en generación, implica guiar y entrelazar pacientemente las raíces aéreas de estos ficus a través de ríos y gargantas.

La construcción de estas maravillas naturales no es rápida; puede tomar entre 15 y 30 años para que un puente madure lo suficiente como para ser plenamente funcional. Sin embargo, su durabilidad es asombrosa, con estructuras que se cree que duran hasta 500 años. Estos puentes orgánicos no solo son increíblemente resistentes, sino que también pueden extenderse impresionantemente, cubriendo distancias de entre 15 y 250 pies (aproximadamente 4.5 a 76 metros), proporcionando un paso vital sobre el terreno desafiante. Son un testimonio de la profunda conexión y el ingenio sostenible de la humanidad con la naturaleza.

* Estos puentes de raíces vivos son especialmente frecuentes en el estado de Meghalaya, en la India, una de las regiones más húmedas del mundo, donde la lluvia constante dificulta la construcción y el mantenimiento de puentes de materiales convencionales.
* El proceso de "ingeniería" natural implica el uso de troncos de betel ahuecados o bambú para dirigir el crecimiento de las raíces a través de los vacíos hasta que se anclan firmemente en el lado opuesto, fortaleciéndose con el tiempo.
* A diferencia de los puentes artificiales, que se deterioran con el tiempo, estos puentes de raíces se vuelven más fuertes y robustos a medida que las raíces crecen y se engrosan, lo que los convierte en una solución de infraestructura verdaderamente sostenible y ecológica.

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