Ranas para conservar la leche fresca.

 

En la antigüedad usaban ranas para conservar la leche fresca. ¡Un truco tan extraño como fascinante!

En la Alemania rural del siglo XIX, era común sumergir ranas en los tarros de leche para evitar que se echara a perder. Aunque suene extraño, estudios modernos han demostrado que la piel de algunas ranas segrega sustancias antimicrobianas naturales que inhiben el crecimiento de bacterias. Estas secreciones probablemente ayudaban a mantener la leche fresca por más tiempo, en una época donde no existían refrigeradores.

¡Quién diría que estas pequeñas criaturas eran las guardianas de la frescura en las despensas antiguas!