Uno de los guerreros más feroces de la naturaleza.


Esto no es camuflaje, es una caja de trofeos. Conoce a la ninfa del bicho asesino, uno de los guerreros más feroces de la naturaleza. Este insecto no solo se oculta, sino que desgasta a sus víctimas. Después de emboscar a las hormigas y drenarlas hasta dejarlas secas, apila sus proyectiles huecos en su espalda, creando una horrible armadura.


Pronto, se arrastra bajo una montaña de cadáveres. Esta moda morbosa tiene una razón: en el mundo de los insectos, el olor es fundamental, y las hormigas son agresivas y fácilmente reconocibles. Al utilizar los restos de sus presas, el bicho asesino confunde a los depredadores y enmascara su propio olor.

No busca desaparecer, sino dominar. Crea un escudo con los cuerpos de los caídos, mostrando su ferocidad.
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