Montañas rusas.


¿Sabías que las primeras montañas rusas no solo surgieron en Rusia, sino que también fueron un invento para combatir el frío invernal? Durante el siglo XVIII, los ingeniosos rusos construyeron gigantescos toboganes de nieve para deslizarse desde las alturas hasta el pie de la colina en trineos. ¡Había que encontrar formas divertidas de calentarse!

Incluso la emperatriz Catalina la Grande era fanática de estos “toboganes”. Con el tiempo, estas emocionantes atracciones ganaron popularidad y llegaron a otras ciudades del mundo, como Francia. Los franceses fueron los primeros en añadir vías de tren y pequeños carros a estos toboganes.
En 1884, los rusos también adoptaron estos elementos de tren en sus atracciones. El nombre "montaña rusa" se debe a estos emocionantes toboganes que tanto disfrutaban la realeza y el pueblo. La primera montaña rusa en un parque de atracciones fue construida por Marcus Thompson en Nueva York.
Hoy en día, las montañas rusas pueden alcanzar velocidades de hasta 250 kilómetros por hora. Solo los valientes se atreven a subir y disfrutar sin perder el aliento.
Durante los festivales de invierno en San Petersburgo, los vecinos construían rampas gigantes de madera, las cubrían con nieve y luego echaban agua para formar una gruesa capa de hielo resbaladizo. Subían decenas de escaleras, se introducían en un trineo tallado en hielo y se lanzaban sin frenos y a lo loco.
Cuando la emperatriz Catalina descubrió esta peligrosa pero maravillosa atracción, pidió una versión más segura para su mansión. Así nació la primera montaña rusa moderna de la historia: con trineos de madera, rampas y ruedas para disfrutar durante todo el año.
En 1812, la primera montaña rusa con carros fijados a los raíles fue construida en Belleville, Francia, y la llamaron "Montagne russe" o "Montaña rusa". Esta emocionante atracción llegó a Estados Unidos, donde alcanzó una fama absoluta. Curiosamente, en Rusia, las montañas rusas se llaman "montañas americanas"... ¡Qué vueltas da la vida!
Web


Comentarios