Cuando un hombre es amable contigo...



Cuando un hombre es amable contigo... no solo con su tacto, sino también con su tono, su presencia, su energía, algo en ti empieza a cambiar. Respiras con más tranquilidad. Tu cuerpo no se prepara para la decepción. Tu corazón no se estremece con cada palabra. Porque por primera vez en mucho tiempo, te sientes segura.

Eso es lo que hace la seguridad emocional. Calma la ansiedad. Suaviza los muros que construiste para sobrevivir. Le enseña a tu sistema nervioso que ya no tiene que estar en la lucha o la huida. No andas con pies de plomo. No te cuestionas constantemente tu postura o si estás pidiendo demasiado. Simplemente eres... amada, constante y serenamente.
Por eso algunas mujeres empiezan a brillar cuando son amadas como es debido. No se trata solo de la relación. Es la sanación. Es la paz. Es la seguridad de que el amor no tiene por qué doler, no tiene por qué ser caótico, no tiene por qué derrumbarte para reconstruirte. Es su presencia sin que se lo pidas. Es la dulzura de su voz al decir tu nombre. Es su capacidad para hacerte sentir contenida emocional, espiritual y mentalmente, no solo físicamente. Es saber que no eres una carga, que tus sentimientos están a salvo con él, que tu pasado no le asusta y que tu vulnerabilidad no es un arma que pueda usar en tu contra.
Ese es el tipo de amor que hace a una mujer radiante. Que la hace florecer. Que le da descanso al alma. No porque la amen con fuegos artificiales, sino porque finalmente la aman sin miedo.
Web

Comentarios