Recuerda: lo que te lastimó, también te hizo invencible.

 

No, no me voy a caer; me han salido alas en todas las cicatrices.

Cada herida que la vida deja es una oportunidad para transformarte. Esas cicatrices no son señales de derrota, sino de la fuerza con la que te has levantado. Ahora, con alas hechas de valentía y aprendizaje, estás lista para volar más alto que nunca.

Recuerda: lo que te lastimó, también te hizo invencible.

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