EL REGRESO DEL AMOR .

 Era una noche 0scura y fría en la ciudad.

La luces de los edificios parpadeaban a través de la ventana del departamento. Creando sombras que danzaban en las paredes.

Laura se encontraba en la cama, su cuerpo tenso y su mente atrapada en un torbellino de pensamientos. Desde que él había desaparecido, su vida se había convertido en un vacío interminable.

Todo comenzó un mes atrás, cuando Rodrigo, su novio, fue víctima de un secuestro. La policía no había logrado encontrar ninguna pista sólida, y cada día que pasaba sin noticias aumentaba su tristeza.

Ella no podía dejar de pensar en él, en sus momentos juntos, en cómo solían admirar las estrellas desde el balcón.

Se levantó de la cama y caminó hacia la ventana, abrazándose a si misma en un intento de encontrar consuelo

-Mi vida eres tú, Rodrigo- y contestó con manos temblorosa--¿Si?

Su corazón dio un vuelco

--¿Qué han descubierto?

-Encontramos un lugar donde creemos que lo están reteniendo. Vamos a intervenir esta noche.

Las lágrimas comenzaron a correr por su rostro.

--Por favor, tráiganlo de vuelta conmigo.

Esa noche fue la más larga de su vida. No podía dejar de imaginar a Rodrigo, su cuerpo herido, su espíritu quebrado. Pero también se aferraba a la esperanza de que pronto lo tendría de vuelta.

Al amanecer, el timbre de la puerta sonó. Abrió con manos temblorosa y se encontró cara a cara con el detective Ramírez. Detrás de él, un hombre delgado y desaliñado apareció: Rodrigo. Los ojos de Laura se llenaron de lágrimas de alivio y alegría.

Corrió hacia él y lo abrazó con todas sus fuerzas, sintiendo su calor, su luz, su vida eres tú sin ti no puedo seguir.

El la abrazó de vuelta, susurrando en su oído:

Laura, lo logramos, Estoy aquí contigo. Se quedaron así abrazados en el pasillo, dejando que la realidad de su encuentro los envolviera.

Para Laura, ya no había vacío, solo la certeza de que, aunque habían pasado por un infierno, su amor los había traído de vuelta a casa.

Fin

Escrito por Cuauhtémoc de Jesús Domínguez Soto