Los antiguos griegos y el amor.
Los antiguos griegos eran muy sofisticados para hablar del amor, reconociendo seis variedades diferentes. Estarían muy sorprendidos por nuestra crudeza en el uso de una sola palabra para susurrar "te amo" durante una comida con velas y casualmente firmar un correo electrónico con "mucho amor”.
1- Eros, o pasión sexual
El primer tipo de amor era eros, nombrado así a causa del dios griego de la fertilidad, que representaba la idea de la pasión sexual y el deseo. Pero los griegos no siempre pensaban en esto como algo positivo, como tendemos a hacer hoy. De hecho, eros era visto como una forma peligrosa, ardiente e irracional del amor que podría apoderarse de ti y poseerte, una actitud compartida por muchos pensadores espirituales posteriores, como el escritor cristiano C.S. Lewis. Eros implicaba una pérdida de control que atemorizaba a los griegos. Lo que es raro, porque perder el control es precisamente lo que muchas personas ahora buscan en una relación. ¿No esperamos todos caer locamente enamorados?
2. Philia o amistad profunda
La segunda variedad de amor era philia o amistad, que los griegos valoran mucho más que la base sexual de eros. Philia refiere a la amistad profunda, a la camaradería entre hermanos de armas que habían luchado lado a lado en el campo de batalla. Sem trataba de mostrar lealtad a tus amigos, sacrificarte por ellos, así como compartir tus emociones con ellos. (Otro tipo de philia, a veces llamada storge/ amor familiar, encarna el amor entre padres e hijos). Podemos todos preguntarnos cuánto de esta philia camaradería tenemos en nuestras vidas. Es una pregunta importante en una época cuando intentamos acumular "amigos" en Facebook o "seguidores" en Twitter, logros que apenas habrían impresionado a los griegos.
3.Ludus o amor lúdico
Esta era la idea de los griegos del amor juguetón, que hace referencia el afecto entre los niños o los amantes jóvenes. Todos hemos saboreado esta clase de amor en el coqueteo y los juegos de las primeras etapas de una relación. Pero también vivimos nuestra ludus cuando nos sentamos en un bar bromeando y riendo con los amigos, o cuando vamos a bailar. Bailar con desconocidos puede ser la principal actividad lúdica, casi un sustituto juguetón para el sexo. Las normas sociales pueden fruncir el ceño hacia este tipo de frivolidad adulta, pero un poco más de ludus podría ser justo lo que necesitamos para darle vida a nuestras vidas amorosas.
4.Ágape, o amor para todo el mundo
El cuarto amor y tal vez el más radical, era el amor agape o desinteresado. Este era un amor que se extendía a todas las personas, ya sea miembros de la familia o extraños desconocidos y distantes. Agape más tarde fue traducido al latín como caritas, que es el origen de nuestra palabra "caridad." C.S. Lewis se refirió a él como "el regalo de amor," la más alta forma de amor cristiano. Pero también aparece en otras tradiciones religiosas, como la idea de mettā o "amorosa amabilidad universal" en el budismo Theravāda. Hay evidencia creciente de que agape está en un peligroso declive en muchos países. Los niveles de empatía en los Estados Unidos han disminuido drásticamente en los últimos 40 años, con la mayor caída ocurriendo en la última década. Necesitamos con urgencia revivir nuestra capacidad de preocuparnos por los extraños.
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5.Pragma o amor duradero
Otro amor griego era el amor maduro conocido como pragma. describía el profundo entendimiento que se desarrollaba entre parejas casadas por mucho tiempo. Pragma se trataba de comprometerse a trabajar para ayudar a la relación con el tiempo, mostrando paciencia y tolerancia. El psicoanalista Erich Fromm dijo que gastamos demasiada energía en "caer enamorados" y necesitamos aprender más como "estar enamorados". Pragma trata precisamente sobre establecernos en el amor, haciendo un esfuerzo por dar amor, en lugar de sólo recibirlo. Con cerca de un tercio de primeros matrimonios en los Estados Unidos que terminan en divorcio o separación en los primeros 10 años, los griegos seguramente pensarían que deberíamos inyectar una seria dosis de pragma en nuestras relaciones.
6. Philautia, o amor propio
La sexta palabra griega para amor fue philautia o amor propio. Y los inteligentes griegos se dieron cuenta de que había dos tipos. Uno era una variedad poco saludable asociada al narcisismo, donde te obsesionabas con la fortuna y la fama personal.
Una versión más saludable expandia una mayor capacidad de amar. Web
Muy interesante esta entrada. Me gustaría guardarla.
ResponderEliminarGracias por compartir estos bonitos conocimientos.
Además, me encanta la tipografía que has elegido para presentarla, me parece muy adecuada para un asunto de la antigua Grecia.
Feliz fin de semana