Los primeros cowboys de Norteamérica.
Los primeros cowboys de Norteamérica eran de Castilla y ya pueden decir misa en Hollywood.
¿Quién introdujo las vacas en América? John Wayne desde luego que no. Los españoles del s. XVI introdujeron las vacas y ojo, también los caballos que, dicho sea de paso, los indios fliparon al verlos.
Pues bien, en América del Norte los ganaderos mexicanos cogieron estas vacas y las adaptaron a las condiciones del desierto. El desarrollo de la técnica del lazo (lariat) y el estilo de montar fue copiado por los posteriores vaqueros del suroeste de los EEUU, los conocidos como cowboys, es decir, los vaqueros de las pelis.
Relacionado con esta actividad es el típico sombrero mexicano, un sombrero conocido como sombrero de “charro”, ya que este es el nombre con el que se conocían a los vaqueros o cowboys mexicanos. Este sombrero es típico de la cultura mexicana y muy afianzado en determinados territorios como en el estado de Jalisco, pues protegía del sol a la perfección.
Charro…¿de qué nos sonará este término en España? Los españoles llevaron sus tradiciones y vestimenta a América y allí la población absorbió nuestra cultura, en este caso la de los vaqueros salmantinos, es decir, la vestimenta de los pastores y campesinos charros, los cuales portaban sombreros de ala ancha. Que sí, que el sombrero charro es típicamente mexicano, pero que quienes lo llevaron desde un inicio procedían de tierras de la actual Castilla y León, los primeros vaqueros en las tierras de los famosos westerns, nuestros queridos charros.
¿Y los salmantinos, fueron los que crearon este sombrero? Pues va a ser que no lo crearon los charros. Para ello hemos de irnos a los ocho siglos de presencia musulmana en la península. Así es, el sombrero mexicano que vemos hoy como identitario de aquel país tiene un origen bereber. Estos tipos eran expertos en eso de protegerse del sol abrasador y por aquí, por los reinos de Castilla y Leon, los lugareños adoptaron su sombrero como herramienta eficaz para aquellas duras jornadas de trabajo bajo el sol. Así, este sombrero de ala ancha se incrustó de lleno en la cultura salmantina de modo que, los mismos charros fueron quienes lo exportaron a los Estados Unidos Mexicanos (el país nunca se ha llamado oficialmente México) y quienes dieron su nombre a una de las señas de identidad por antonomasia de los mexicanos.
¿Y de donde procede la palabra charro? Charro se decía de forma despectiva para referirse a los ganaderos salmantinos de Ledesma, Ciudad Rodrigo y Salamanca. Viene del euskera “txar” que significa defectuoso y débil. Parece ser que los estudiantes vascos de la universidad de Salamanca llamaban así a los salmantinos en general. Llegaron a Salamanca un poco subiditos. Otros aseguran que el término viene de lenguas prerromanas (el euskera lo es) y que el significado es tosco y bruto.
Ya los sabes, güey…. no te raaaaajes…. allá en el rancho graaaandeee. Por cierto, “güey” viene de buey…de la época de aquellos charros castellanos.
Comentarios
Publicar un comentario