EL BRAZO PERDIDO DE VALLE-INCLÁN




—¿Sabe usted leer y escribir? 

—No. 

—Me extraña su respuesta... 

—Más me extraña a mí su pregunta. 

Las respuestas son del escritor Ramón del Valle-Inclán en el interrogatorio de un juez por un caso de alboroto. Único e irrepetible, os hablaré de cómo perdió su brazo izquierdo.

Esto fue lo que él contó en una tertulia de un desaparecido café cerca de la Puerta del Sol:

Durante su estancia en un palacio de Galicia su sirviente le comunicó muy preocupado que se habían agotado los ingredientes para cocinar un estofado. Después de estudiar la situación, le pidió que trajera un cuchillo carnicero de la cocina. Así, remangó su camisa, estiró el brazo y exclamó: 

—¡Corta un buen trozo de esto! En esta casa nunca va a faltar la comida.

Lo dicho: único e irrepetible. Otras veces habló de que le mordió un león y de hasta una pelea con un bandido mexicano.

¿Cómo perdió entonces el brazo? Precisamente a consecuencia de una encendida tertulia que se hizo discusión con el también escritor Manuel Bueno. ¿El tema? El valor de españoles y portugueses.

Bueno alzó su bastón para golpear a Valle. Este intentó protegerse con el antebrazo y, por el impacto, tuvo una rotura ósea que no podía tratarse en la época. A consecuencia de esto, le amputaron el brazo.

A Valle-Inclán no le desagradó demasiado perder el brazo porque reforzaba su imagen burlona. De hecho, cuando se reencontró con Manuel Bueno y ante el sentimiento de culpabilidad de este le dijo:

—Tranquilo, el brazo de escribir es el derecho.

Así era Ramón María del Valle-Inclán nació el 28 de octubre de 1866.

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