Permítete estar mal.


 Permítete estar mal.

Permítete tener días malos, días más complicados o raros. Días en los que no te sientas tú o no puedas más. Permítete estar triste e incluso llorar. Desahógate. Hazlo las veces que haga falta. Permítete desconectar por un rato, pararte, y frenar. Ponerte en modo avión para poder despegar de nuevo.

Eso también es parte de tu vida, de ti. 

Acéptalo. Permítelo. Y luego vuelve con más fuerza.

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                                             AnA  OrnY


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