Hay personas resplandor.
Hay personas resplandor.
Personas rayito que te alumbran por dentro para que te conozcas un poco más.
Personas luciérnaga.
Hay personas comprometidas con el instante.
Personas que te cambian el mundo y ya nunca vuelves a ser la persona que eras.
Hay personas libro que te enseñan más en un día que la escuela en años.
Hay personas diversas que te muestran que lo tuyo no es lo único, ni lo real, ni lo que está bien.
Hay personas casita con las que siempre vas sin zapatos.
Personas que te saben guardar un secreto que se vuelven mudas para protegerte.
Hay personas desconocidas que te escuchan como si te conocieran de toda la vida.
Hay personas ausentes que aunque se marcharon siempre están.
Personas presente y personas pasado.
Personas que no sabes que existen y existirán tanto y tan fuerte que no recordarás vivir sin ellas.
Hay personas cauce y personas río y personas cumbre.
Hay personas inmensas que solo miden uno cincuenta.
Hay personas que son abrazo y barandilla y mantita de domingo.
Personas descanso.
Hay personas que le hacen justicia al término persona.
Somos siete mil quinientos millones de personas habitando un planeta suspendido en una galaxia oscura.
Aquí estamos.
A veces con dolor y rabia, a veces perdidas, a veces amando, a veces equivocándonos, a veces cansadas.
Pero juntas, en la fortuna de la misma vez y el mismo espacio.
En este viaje hay muchas cosas que no podemos elegir.
Pero sí podemos elegir el tipo de persona que seremos para los demás.
Podemos elegir la amabilidad, la ternura y el buen trato que son gratis y sientan tan bien.
Podemos cuidar.
Porque las personas solo nos tenemos a las personas y a nadie más.
Para hacernos esto un poquito más fácil, para que podamos soportar la mierda, para no sentirnos tan solas.
Hay personas que se cruzan por tu camino.
Personas.
Por las que merece la pena haber vivido.
Roy Galán
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