Día D.




En esa fecha clave, un líder se tomó el tiempo y el esfuerzo de redactar una nota a todos sus hombres, sabedor de que en la motivación estaba una de las claves de la victoria. Al igual que los generales del pasado se dirigían a sus tropas antes de una batalla, Eisenhower apostó por un texto breve, que apuntaba directamente a las emociones y el corazón.


Una lectura atenta de la carta muestra hasta qué punto está cuajada de referencias humanas con el fin de llevar a cada soldado, uno a uno, la responsabilidad de la victoria: “Los ojos del mundo están sobre nosotros”, “hombre a hombre”, “gente que nos ama”, “hermanos de armas”. Una forma muy eficaz de generar cercanía en un texto que no fue hablado, sino escrito. Además, no descuida la necesidad de unir moralmente a tropas de diferentes países que nunca antes de ese día habían actuado juntos con la siguiente frase: “los hombres libres del mundo marchan juntos hacia la victoria”. Así logró conventirlos en una unidad en la víspera de la batalla decisiva.


Texto en traducción libre:


¡Soldados, marinos y aviadores de la Fuerza Expedicionaria Aliada!


Estáis a punto de embarcaros en la Gran Cruzada, hacia la que hemos empleado todas nuestras energías durante muchos meses. Los ojos del mundo os contemplan. Las esperanzas y las plegarias de las gentes amantes de la libertad en cualquier lugar marchan con vosotros. En compañía de nuestros valientes aliados y nuestros hermanos en armas en otros Frentes, vais a conseguir la destrucción de la máquina de guerra alemana, la eliminación de la tiranía nazi sobre los pueblos oprimidos de Europa, y la seguridad para todos nosotros en un mundo libre.


Vuestra tarea no será fácil. Vuestro enemigo esta bien entrenado, bien equipado y curtido en el combate. Luchara de forma despiadada.


Pero esto es 1944. Muchas cosas han ocurrido desde los triunfos nazis de 1940-1941. Las Naciones Unidas han infligido a los alemanes grandes derrotas, en combate abierto, hombre a hombre. Nuestra ofensiva aérea ha reducido seriamente su fuerza en el aire y su capacidad para continuar la guerra en tierra. Nuestros frentes en casa nos han dado una superioridad abrumadora en armas y municiones de guerra y han puesto a nuestra disposición grandes reservas de hombres entrenados. ¡La marea ha cambiado! ¡Los hombres libres del mundo marchan juntos hacia la Victoria!.


Tengo plena confianza en vuestro valor, devoción por el deber y habilidad en combate. ¡No aceptaremos otra cosa que no sea la victoria total!.


Buena suerte, e imploremos todos las bendiciones de Dios Todopoderoso sobre esta gran y noble misión.


Firmado de puño y letra:


Dwight Eisenhower


En la imagen: El general Eisenhower dando instrucciones el 5 de junio de 1944 a paracaidistas estadounidenses del 502.º Regimiento Paracaidista (101.ª División Aerotransportada) a punto de participar en el Día D saltando en Normandía esa misma noche.

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