Un ballet de leprosos.
Entiendo, entiendo. Tenía que ser derrotado porque había vencido, porque se había convertido en un ejemplo imposible de emular, tenía que ser derrotado para demostrar que todos somos hombres, que todos somos sucios y gloriosos, victoriosos y envilecidos, que no hay un hombre sucio y otro glorioso, sino que cualquier hombre en sí mismo es sucio y glorioso. LEONARD COHEN
AnA OrnY
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