Las mejores madres del mundo.
🐙Las madres pulpo realizan un sacrificio extremo, pues nunca llegan a conocer a sus crías; después de poner sus huevos, dejan de alimentarse y mueren de hambre antes de que sus bebés nazcan. En su último acto de dedicación, cuidan sus huevos incansablemente, negándose a comer y, en algunos casos, mutilándose para acelerar su propia muerte. Este comportamiento autodestructivo está controlado por la "glándula óptica", cuya eliminación puede prolongar significativamente la vida del pulpo, pero su programación biológica las empuja a este destino fatal. Este trágico ciclo de vida de autoelominacion tiene una función protectora, evitando que las madres hambrientas devoren a sus propias crías, asegurando la supervivencia de la próxima generación.
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