Tu carnicero del barrio.
«Hoy ha venido a comprar a mi carnicería, el director de mi banco»,
Primero de todo le he hecho sentarse en una silla unos treinta minutos, mientras tanto yo hacía otras cosas en mi negocio.
Cuando me ha parecido le he preguntado qué deseaba, a lo que me ha respondido que unas hamburguesas.
Yo le he dicho que las hamburguesas ahora sólo las vendemos los viernes.
Me ha pedido chorizos y le he dicho que sólo las vendemos de 8:30 a 10 horas los martes y jueves.
En vista de ello me ha pedido un pollo cortado a cuartos. Yo le he dado el pollo, los cuchillos y las tijeras, y le he dicho que se lo tenía que cortar él. Como era de esperar, me ha contestado que él no lo sabía hacer y que era mi trabajo.
Mi respuesta ha sido que por tratarse de la primera vez le ayudaría, pero que en lo sucesivo lo debería hacer él solito.
Están disponibles en la página web y en la aplicación móvil, las instrucciones de cómo hacerlo.
Entonces me ha dicho que quería hablar con el encargado, y mi respuesta ha sido que si no pedía cita previa sería del todo imposible hablar con él.
Al final, se ha llevado el pollo troceado y una morcilla, de modo que yo le he cobrado el pollo, la morcilla más la correspondiente Comisión de Mantenimiento por el corte del pollo y por la atención prestada ya que no tiene la cuenta 'Entrecot Mega Gold Plus' que te compromete a comprar dos entrecots máster gold cada 15 días.
¿Te imaginas que tratásemos así a los clientes?
Pues así es exactamente cómo nos están tratando en los bancos.
Un poquito más de respeto nos deberían mostrar digo yo.
Que rule un poco la historia a ver si se les caen la cara de vergüenza.
Atte.
Tu carnicero del barrio.
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