En los mapas antiguos, donde terminaba el mundo conocido, se inscribía en latín "Hic sunt dracones": "Aquí hay dragones". El miedo a lo desconocido adquiría la forma legendaria del dragón, de la que tantos relatos se han nutrido. Chesterton nos dio otra lectura.
AnA OrnY
@jartitameteneis Trumblr
Comentarios
Publicar un comentario