LOS AURIGAS DE TARRACO.




Los aurigas Eutyches y Fuscus fueron los dos aurigas más conocidos y legendarios del circo de Tarraco ( actual Tarragona).

Nacidos en la ciudad , fueron aclamados por sus compatriotas como los mejores aurigas del momento, llenaban el estadio y eran queridos.

Sus sueños eran poder algún día correr en el circo Máximo de Roma.

Fueron dos campeones muy vitoreados por el público que iban al circo para verlos y vibrar con sus carreras.

Conocemos sus conquistas sobre la arena gracias a dos lápidas funerarias que cuenta su historia y que les dedicaron sus partidarios.
Fueron halladas por arqueólogos en excavaciones.

El auriga Eutyches, el más conocido ,murió con veintidos años de edad cuando su carrera no había hecho más que empezar.
Corría en la arena del circo llevando una cuádriga.

En su lápida se puede leer:

«A los dioses Manes, al auriga Eutyches, de XXII años. Flavius ​​Rufinus y Sempronia Diofanes dedicaron este monumento a su siervo que bien lo merecía. Descansan en este sepulcro los restos de un auriga principiante, bastante diestrosin embargo el manejo de las riendas. Aunque se atrevía a montar carros de cuatro caballos, no despreciaba los de dos. Los crueles hados, a los que no es posible oponer resistencia, tuvieron celos de mi juventud. Y, al morir, no me fue concedida la gloria del Circo, para evitar que me llorara la fiel afición. Malignos ardores abrasaban mis entrañas, que los médicos no lograron vencer. Te ruego, caminando, derrama flores sobre mis restos como cuando me aplaudan mientras vivía .

En la lápida de Fuscus , su compañero de carreras decía así:

A Fuscus de factio veneta consagramos un ara con nuestro dinero sus partidarios y amigos para que todos conozcan este testigo y panorama de amor. De plena fama disfrutaste, mereciste alabanzas en las carreras, luchaste muchas veces, pero nada temiste. Sufriste envidia y fuerte, siempre callaste. Viviste bellamente y mortal, obedeciste al hado. Cualquiera que sea caminante, párate si lo buscas, lee si le conociste o si recuerdas el hombre que fue. Todos teman a la fortuna, pero aprendan mientras tanto. Fuscus tiene el túmulo que cubre sus restos, tiene la lápida. Tuvo suerte. Bañaremos ahora con lágrimas el inocente. Orar y descansar plácidamente. Nadie fue igual a ti .

Sin duda fueron dos ciudadanos tarraconenses que fueran llegado muy lejos en su trayectoria y que dejaron huella en la ciudad que los vió nacer : Tarraco. 
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