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Esto nos lleva a c贸mo fue que Od铆n, el «gran padre» del pante贸n n贸rdico, perdi贸 su ojo y, parad贸jicamente, gan贸 el conocimiento infinito al hacerlo. Siendo adem谩s el origen de la frase «costar un ojo de la cara».

Un d铆a como cualquier otro, Od铆n, fue a buscar a sus hermanos por las praderas de Asgard, sin embargo, pasaron las horas y la b煤squeda no dio sus frutos. Acongojado, mont贸 su poderoso caballo, el brioso Sleipner, y se dirigi贸 al territorio de su amigo y consejero Mimer. Mimer era tan sabio y prudente como particular. Este, 煤nico en su tipo, era una enorme cabeza sin cuerpo, que en el pasado hab铆a pertenecido a un gigante. Postrado e incapacitado de moverse, no obstante, era el guardi谩n de la Fuente de Mimer, una fuente cuyas aguas pose铆an la sabidur铆a del universo y a la cual Mimer cuidaba celosamente de cualquier intruso. Si bien no pod铆a moverse, sus gritos eran tan poderosos que pod铆an matar a cualquiera.

Al llegar a la fuente Od铆n hab铆a acumulado gran preocupaci贸n pensando en el destino de sus hermanos, por lo que  increp贸 a Mimer para que le permitiese beber un sorbo del agua de la fuente y as铆 conocer la ubicaci贸n de sus hermanos. Pero Mimer, tan viejo como sabio se neg贸 rotundamente. Od铆n, aun m谩s preocupado, le pregunt贸 por qu茅 la negativa, a lo que Mimer replic贸 que en la vida, se deb铆a de ser precavido, y, cuestionando a Od铆n quien se encontraba parado a un lado con un semblante entristecido, qu茅 pensaba que pasar铆a si 茅l, Mimer, le permitiese a cualquiera que llegase con un problema tomar agua de la fuente. Simplemente, cada uno sabr铆a su destino, por lo tanto el destino ya no tendr铆a importancia alguna y lentamente el mundo dejar铆a de funcionar. ¿Para qu茅 hacer algo si ya se sabe de antemano que pasar谩?

Od铆n, ante tan sabia r茅plica, qued贸 at贸nito, y murmurando para si mismo dijo «Dar铆a un ojo por un sorbo», la cabeza del gigante, que lo que ten铆a de sabio lo ten铆a de aburrido, algo l贸gico dada su situaci贸n, respondi贸: «¿Dar铆as un ojo? trato hecho».

Od铆n palidecer铆a al punto del estupor. Sin embargo, tras reflexionar, arrancar铆a uno de sus ojos del z贸calo y, deseando no pensar en lo que acababa de hacer, lo arrojar铆a a la fuente. Este, tras dar unos giros en el agua, caer铆a hasta depositarse en el fondo de la misma. Desde ese mismo d铆a Od铆n se convertir铆a en el ser m谩s sabio del universo, siendo capaz de ver adelante y atr谩s en el tiempo y conociendo las consecuencias a todas y cada una de las acciones.

Od铆n no s贸lo alcanz贸 la iluminaci贸n tras su ofrenda ocular, sino que a partir de alli s贸lo habl贸 en un lenguaje po茅tico, en versos; como si la sabidur铆a s贸lo pudiese trasmitirse mediante la poes铆a. Esta es la verdadera filosof铆a de los cielos boreales: el sabio es tambi茅n un poeta; y la poes铆a, el 煤nico veh铆culo capaz de trasmitir las verdades m谩s altas.

Tomado de la web


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