La ira.
La lección más importante que puedes extraer de este escrito es que la ira no te da una ventaja, te la arrebata.
Verás a muchas personas que piensan que son imparables cuando se enojan. Incluso hacen amenazas tipo 'no quieras verme enfadado', o 'me estás calentando y no te conviene nada', como si de alguna manera se convirtieran en el increíble Hulk cuando están enojados.
Es evidente que la sensación que les produce el subidón de adrenalina engaña a estas personas.
Puede que te sientas más fuerte e indestructible cuando estás realmente enfadado, pero la verdad es muy diferente. La ira no te hace más fuerte o más agudo, en realidad te vuelve descuidado y vulnerable.
Por eso, el hecho de intentar enfadar a tu oponente ha sido una estrategia durante siglos, tanto en la guerra como en el combate personal.
Una vez que su ira se apodera de él, es mucho más probable que cometa algún error.
Y realmente esto sucede una y otra vez. Una vez que tu oponente se enoja, comienza a perder el control tanto de su proceso mental como de su temperamento. Cuando llega a ese punto, no pasará mucho tiempo hasta que cometa un error que seguramente le cueste caro.
Como artista marcial, debes aprender a controlar tu ira, lo cual puede llegar a ser algo muy difícil de hacer, no voy a engañarte.
Se necesita mucha práctica y mucho entrenamiento, pero se puede hacer. Controlar tu ira siempre comienza con tu mente. Siempre debes mantener el control de tu mente y no permitir que tus emociones te vuelvan loco.
Una vez que tus emociones se apoderan de tu proceso de pensamiento, estás en problemas.
Practica mantenerte fresco, tranquilo y sereno en cada situación. Intenta mantener una mente racional en todo momento. Cuando disminuyes la velocidad y piensas racionalmente durante una situación delicada, por lo general puedes controlar tu ira.
También he de decirte que hay un tiempo y un lugar para la ira justa, pero eres tú solamente quien debe decidir cuándo es eso, no tus emociones.
Solo debes permitir que tu ira se manifieste a propósito cuando sea ventajoso para ti. Tú debes tomar esa decisión conscientemente, nunca tus emociones.
Usa la ira como una herramienta, y nunca te dejes controlar por tu ira furibunda o tu temperamento.
Un hombre impetuoso nunca es verdaderamente respetado.
Mantén siempre el control, y usa tanto tus emociones como las de tu enemigo para beneficio propio.
ʝƈǟʍǟֆᏆɛʀ
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