Abres los brazos.






Abres los brazos y respiras hondo. Te elevas sobre las calles en el vuelo onírico de un ave. Vuelas y vuelas sin destino y te preguntas por qué lo olvidas, por qué no crees que siempre eres tan libre como un ave y que en verdad puedes volar. 

Michael Ende 

AnA OrnY

 @jartitameteneis Tumbr


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