Hubo un tiempo.

 


Hubo un tiempo cuando las sillas en la acera. Hubo un tiempo en el que había más estrellas. Es hora de que los niños jueguen bajo la luz de la luna. Y el perro de casa era un gran personaje. ¡Y también el reloj de pared! No sólo midió el tiempo: meditó el tiempo.

Mario Quintana

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