PA` TÍ LA PERRA GORDA.
La discusión no tenia fin. Ya más que tener o no tener razón se trataba de imponer el criterio al otro. Se guardaban las formas pero estaba empezando a haber un puntito de acritud que podía ir a peor.
Hasta que uno de los dos amigos que se habían enzarzado en aquella disputa, el más sensato, un poco cansado, y dándose cuenta de que nunca iba a convencer al otro, por muchos argumentos que le diera, pronunció la frase que terminó la “refriega”, no dándole la razón , pero si reconociendo que no quería discutir más.
“Bueno, PA TÍ LA PERRA GORDA”.
La situación anterior es relativamente normal y la FRASE HECHA de uso común, pero no todo el mundo conoce el origen y/o significado de esa expresión.
La publicación de hoy intenta explicar dicha frase, que curiosamente no va de perros, ni de dietas, ni de perras embarazadas.
Vamos a ello :
Gobernaba en España el llamado Gobierno Provisional (1868/1871) , es decir el periodo entre Isabel II/ Amadeo de Saboya y la I República.
Hubo un cambio en la política monetaria, se crearon y pusieron en circulación nuevas monedas.
Desaparecieron los REALES , sus múltiplos y submúltiplos, y se implantó la PESETA y sus derivados. Una de las nuevas monedas era la de DIEZ CENTIMOS de PESETA , de cobre y que tenia en una cara la imagen de Hispanía sentada y en el anverso la figura de un LEON sosteniendo el escudo de España.
Se convocó un concurso público para elegir el diseño del león que iba a aparecer en la moneda. Se ve que el Concurso tuvo trampa o que el grabador, Luis Marchioni, no tuvo su día y “le salió” u león un poco atípico.
El pueblo llano, mientras mas llano más guasón, al ver la moneda y el pretendido “fiero” león empezó a decir que más que un león parecía un perro, otros que mas que un perro una perra embarazada y al final quedó la “cosa” en que era una PERRA GORDA …........ y con ese nombre se quedó.
Esta moneda se mantuvo en circulación hasta 1941 en que se sustituyó por otra, de aluminio y con un diseño distinto .
Como el valor de esta nueva moneda siguió siendo el mismo, se le siguió llamando PERRA GORDA, pero al crearse otra moneda similar pero con un valor de CINCO CENTIMOS siguiendo con la lógica popular, a esta de 5 Cts. se le llamó PERRA CHICA.
Tanto en un caso como en el otro fueron monedas de poco valor y que se solían considerar como “calderilla”.
Llegados a este punto se hace mas comprensible la relación entre la frase y la moneda.
Un ejemplo:
Posiblemente una discusión por un pago, una recompensa, ó un trato relacionada con el precio a pagar o recibir. Se llega a un acuerdo casi total , pero al final se “atranca” el apaño por una minuencia, algo tan simple como diez céntimos …...... y tras mucho discutir , como antes, el más sensato, el que tenia mas prisa ó simplemente el menos “agarrao” da fin a la disputa, pronunciando la frase hecha que todos, a veces, nos vemos obligados a pronunciar :
“Bueno, PA TÍ LA PERRA GORDA”.
Pepe Mateo.
Comentarios
Publicar un comentario