Esa relación que de niña tuve con mi madre.

 


Esa relación que de niña tuve con mi madre, que inconscientemente grabé en una parte de mi mente, todo aquello que compartió para mi crecimiento, para mi educación; la forma de dar órdenes, indicaciones, la manera de corregirme, de nutrirme, de guiarme, su forma de dar amor, de vincularse conmigo y de comunicarse, de regañarme, de castigarme, de reprenderme, todo lo que me gusto y disgusto, su calor o su frialdad, todo lo que intervino entre ella y yo, todo lo que hizo o no, todo eso se ve reflejado en mi crecimiento, cuando voy madurando todos esos elementos me sirven para crear mi propio personaje de mamá y voy repitiendo todo lo que ella un día interpretó (sobre todo lo que me dolió, rechace o negué) también puedo hacer todo lo opuesto o contrario a lo que ella hizo. 

Cuando me pongo en esa postura de opinar, mandar, dirigir, dar órdenes, corregir, educar, nutrir. 

Cuando me relaciono con otros que toman el papel de niños y niñas. O cuando toma las riendas de la situación mi niña interior. 

Cuando de grande me creo la mamá de mi mamá. 

Cuando creo que soy  la madre en una situación o experiencia, en todos esos momentos, interpretó el papel de madre que aprendí de mi madre o de quién realizó ese papel en mi infancia, y vuelvo a revivir eso que grabé en mi inconsciente de ella y que aplicó día a día en mi y en mis relaciones.

Observar esas relaciones exteriores me dan las pistas para ir a mi interior. 

¿Has podido observarla, cómo eres cuando te conviertes en La Niña y cómo reaccionas cuando interpretas el papel de la madre? ¿Puedes aceptar o reconocer lo que aún repites de ese vínculo? 

Es un gran camino de auto reconocimiento. De perdón y de sanar esa relación adentro, para estar más en paz afuera, quizás simplemente para aceptar y reconocer lo que repetimos y no vemos, lo que nos da vergüenza y no podemos tomar, lo que causa el dolor y no sabemos cómo

mitigar, al mirar la repetición podemos  hacernos responsables de nuestras reacciones inconscientes y así aclarar nuestros vínculos y relaciones, sobre todo ese vínculo con nuestra madre y niña interior. 

Con amor

Escribe @lucrecia.astronauta 

Foto de @jenbilodeauphotography


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