Temuyín, mas conocido como Gengis Kan.
El 18 de agosto de 1227, en Yinchuan, al norte de la actual República Popular China, moría uno de los mas grandes guerreros de la historia, ese día se apagaba la vida de Temuyín, mas conocido como Gengis Kan. Temuyín nació el 16 de abril de 1162 en el seno de la pujante y consolidada aldea de Dulun-Boldak situada al extremo noroeste de la actual Mongolia, su padre Yesugei era el líder de una fuerza de mas de 40 mil valientes guerreros. A los 9 años, su padre lo lleva por primera vez a una campaña hasta la mismísima muralla China, allí residían los chungiratos, Yasugei acuerda con su líder la unión de Temuyín con su hija Burte, también de 9 años. 4 años después su padre es envenenado por los Tártaros y el clan se desintegra, Temuyín, de solo 13 años, queda a cargo de su pareja y su débil madre, junta sus escasos animales y huye hacia Gobi. La familia fue capturada por la tribu Taieschu, el jóven Temuyín, amarrado a un yugo, logra escapar matando a su custodio, con la ayuda de un cazador errante regresa a la tribu y luego de una heroica lucha libera a su familia, no conforme con ello logra convencer a Toghrul, jefe de la tribu keraito, que lo ayude con su venganza, juntos aniquilan a los Taieschues y Merkitas, nacía el mito. Su fama se esparció rápidamente, pese a ser un adolescente, logró reunir más de 13 mil guerreros con los que inició una campaña de expansión venciendo a ejércitos mucho mas numerosos. A los 34 años había logrado controlar los mismos territorios y clanes que su padre, estos decidieron erigirlo como el Rey de los Mongoles, en su nuevo rol produjo un cambio en la mente de sus seguidores que los llevaría a dominar todo el continente. Su política era clara, las familias debían vivir con lo mínimo, el resto debía dedicarse a la maquinaria bélica, todo hombre entre 15 y 70 años era un soldado, por ello, sin presencia masculina, las mujeres debían ser las jefas de sus hogares, para lograr su fidelidad les dio el derecho a la propiedad, algo inusual en el mundo del siglo XII. Revolucionó las tácticas militares, durante 50 años no conoció la derrota, sin remordimiento arrasaba con todo territorio vecino, fue impiadoso con China a quienes invadió en 1211. Habiendo sido coronado como el gran Kan (Gengis Kan) anexó a sus dominios la mitad del territorio chino, la península de Korea, el imperio musulmán del Karhezm y Afganistán, esto llevó los límites de su imperio desde el Océano Pacífico hasta el corazón de Europa. El Imperio Mongol abarcaba casi todo el territorio conocido y bajo sus dominios estaba mas de la mitad de la población mundial. Gengis Kan diseñó y utilizó tácticas de infiltración, enviaba falsos mercaderes para conocer los territorios que pretendía invadir, así conocía cantidad de guerreros, armamento disponible y posibles aliados internos para facilitar la invasión. Su ferocidad e insensibilidad no cegaban su criterio, en una oportunidad, luego de vencer a la tribu Naimana de ascendencia turca, Gengis reconoció la valentía de sus guerreros, su cultura y organización política, por ello prohibió las ejecuciones, respetó las propiedades y bregó por la cohesión y unión de ambos pueblos. Pese a que jamás se había enfermado, sabía que la muerte llegaría algún día, por ello a principios de 1227 llevó a sus 4 hijos reconocidos a la campaña de Tangut para hacer una sucesión planificada, Gengis Kan murió el 18 de agosto de ese mismo año, llegó a pedir que no se divulgue su muerte hasta que sus hijos estuvieran en sus territorios asignados. Hoy en día ese vasto imperio ha desaparecido y solo quedan unas pocas tribus dispersas en el desierto de Gobi y la vieja capital de Karakorum yace sepultada y casi ha desaparecido.
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