Una botella de agua.
Esta botella de agua vale 0,20 céntimos en el supermercado. Si la compras en el gimnasio vale 0,50 céntimos. Y si la pides en un bar te costará 1 euro. Pero si la pides en un avión puede llegar a costarte hasta 3 euros o más. Es la misma botella, con la misma agua, sólo cambia su valor dependiendo del sitio en el que la pidas. Así que la próxima vez que pienses que no vales nada, a lo mejor sólo se trata de que estás en el sitio equivocado. Piensa en ello.
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