El tranvía pasa mil veces.
Eso de empujarte para que te subas porque sino se va, es un invento Insano. Una presión innecesaria que te hace pensar que es la única oportunidad que tienes y que, si no te apuras, la vas a perder.
Todos tenemos oportunidades cada día. Cada minuto y cada segundo. Quizás no sean las mismas, y quizás eso también está bien así. Las oportunidades cambian y uno elige la que más le conviene y no la que le ponen enfrente.
A veces pienso que la gente no sabe qué hacer con la duda, la indecisión, la angustia y el dolor ajeno. Es como si, en el fondo, produjeran una molestia. En vez de abrazarse y tomarte un café te dan órdenes.
Aprovechen. Es hoy. Llamen. Díganle. Compren. Follen. Vivan. Paren un poco . Dejen que decidan. Que elijan. Que voten cómo y de qué forma quieren vivir. Dejen que vean, que miren, que pierdan y que ganen. Que construyan sus propias historias. Que las reconstruyan cuando lo sientan necesario.
Dejen a los otros en paz con su historia, su mundo y su planeta. El mundo está lleno de profetas con libritos que nunca han leído. Permitan las diferencias. Los espacios. Los silencios y las incapacidades ajenas.
Giuseppe Fortunato
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