El evangelio según Jesucristo.


María de Magdala piensa en María de Nazaret. Hasta este día en que estamos, la madre de Jesús, para ella, fue sólo eso, la madre de Jesús, ahora sabe, porque después lo preguntó, que su nombre también es María, coincidencia en sí misma de mínima importancia, dado que son muchas las Marías en esta tierra, y más que han de ser si la moda se extiende, pero nosotros nos aventuraríamos a suponer que existe un sentimiento de más profunda fraternidad en quienes llevan nombres iguales, ... el problema de Dios es ése, nadie tiene el nombre que él tiene.

     ... Un día, Jesús le preguntó si tenía parientes con quienes pudiera vivir y ella respondió que tenía un hermano y una hermana que vivían en la aldea de Betania de Judea, ella se llamaba Marta, él Lázaro, pero que los dejó cuando se prostituyó y que, para no avergonzarlos, se fue lejos, de tierra en tierra, hasta llegar a Magdala. Entonces tu nombre debería ser María de Betania, si allí naciste, dice Jesús, Sí, fue en Betania donde nací, pero en Magdala me encontraste, por eso de Magdala quiero seguir siendo, A mí no me llaman Jesús de Belén, pese a haber nacido en Belén, de Nazaret no soy, porque ni me quieren ni los quiero yo, tal vez debiera llamarme Jesús de Magdala, como tú, y por la misma razón, Recuerda que quemamos la casa, Pero no la memoria, dijo Jesús.

JOSÉ SARAMAGO  - El evangelio según Jesucristo 

María Magdalena junto a una lámpara; Georges de la Tour - 1644.


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