Si alguien me hubiera dicho.

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Si alguien me hubiera dicho que ibas a crecer tan rápido, tal vez hubiera aguantado mas esas noches de desvelo, en la que te abrazaba contra mi pecho para calmar tu llanto, hubiera jugado a todo lo que me pedias aunque tuviera que dejar el café de la tarde para convertirme en spiderman y luchar contra el mal en compañía de mi batman.


Si alguien me hubiera dicho que ibas a dejar de necesitarme, que ibas a aprender a comer tu solo a bañarte, a vestirte, que ya no llorarías en las noches , que te daría pena que te besara enfrente de tus amigos tal vez te hubiera abrazado mas, te hubiera besado mas, hubiera disfrutado esos momentos en los que aun pedías estar cerca de mí.


Hubiera dejado de regresarte a tu cama esa noches en las que aparecías a mi lado porque te daba miedo estar sin mí, hubiera dejado de escuchar que te ibas a acostumbrar a mis brazos si te cargaba mucho, hubiera seguido mas a mi corazón que a la razón, que a los consejos de los demás.


Disfrutaría mas tu increíble inocencia, la forma en que apreciabas la vida, en el que cada momento del día lo vivías al máximo, sorprendiéndote de todo lo nuevo con un brillo mágico en tus ojos, aprendería mas de ti, de tu manera de amar sin condiciones sin prejuicios ni complicaciones.


Admiraría cada día tu sonrisa, lo fácil que era demostrar tus emociones, admiraría cada día la transparencia de tu alma.


Es verdad ser madre no es fácil pero recuerda el tiempo pasa muy rápido ellos crecerán, dejaran de gritar, de correr por toda la casa, volverás a tener toda tu mañana libre para ir a esos desayunos con tus amigas sin tener que perseguir a tu hijo por todo el restaurante, dejaran de hacer berrinches...

Se irán de casa dejando un silencio total, y desearas con toda el alma regresar el tiempo en el que aun eran tus bebes.


Ahora es el momento... disfrútalo, dale tiempo al tiempo, no quieras adelantar lo que inevitablemente pasará.

"Cuando Gregorio Samsa se despertó una mañana después de un sueño intranquilo, se encontró sobre su cama convertido en un monstruoso insecto. Estaba tumbado sobre su espalda dura, y en forma de caparazón y, al levantar un poco la cabeza veía un vientre abombado, parduzco, dividido por partes duras en forma de arco, sobre cuya protuberancia apenas podía mantenerse el cobertor, a punto ya de resbalar al suelo. Sus muchas patas, ridículamente pequeñas en comparación con el resto de su tamaño, le vibraban desamparadas ante los ojos".


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