Leno čka, una historia interesante.

 

Durante el bloqueo, evacuaron a la chica de Leningrado. Su nombre era Lenochka. Olvidó su apellido porque era muy pequeña. Perdió a toda su familia: madre, padre, abuela y hermano mayor.

Fue encontrada por una brigada especial durante el bloqueo y severo invierno, fueron a apartamentos y buscaron niños cuyos padres habían muerto o desaparecido.

Y entonces encontraron a Leno čka y lo evacuaron. No recordaba cómo entró en el orfanato, era tan pequeña. Estaba tan agotada y no quería comer más.

Estaba acostada en su cama, o sentada en una silla junto a la estufa. Ella estaba asustada y solo guardó silencio. Pensaron que iban a morir. Muchos niños evacuados ya han muerto de agotamiento severo, sin tener la fuerza para comer y vivir.

Pero un día, el bombero con una pierna Kolja, de unos veinte años, la hizo una muñeca de una toalla vieja. De alguna manera cortó, dobló y cosió. Dibujó ojos y labios con un lápiz.

Le dio la muñeca a Leno čka y le dijo muy seriamente: "Tú, Lenochka, cuida bien a esta muñeca. Enséñale a comer. Ahora eres su madre. Y cuida bien de ella. Mírala Leno čka, está tan enferma y hambrienta. ¡Ella ni siquiera llora! ".

Lenochka tomó la muñeca. Ella comenzó a mecerla y a golpearla. Ella alimentó avena de muñeca para el almuerzo, susurrando algo halagador a ella. Y Lenochka también empezó a comer. Lenochka cobró vida. Porque se dio cuenta que no debe morir, debe cuidar la muñeca. Cuando tienes a alguien a quien cuidar, esa es una gran razón para luchar por vivir.

Cuando creció, se convirtió en enfermera y vivió hasta una madura vejez. Sus manos siempre estaban ocupadas y su corazón lleno.