Pinocho la historia original.

El escritor italiano Carlo Collodi publicó «Las Aventuras de Pinocchio» en el primer semanario dirigido a niños, llamado «Giornale Per I Bambini», entre 1881 y 1882.

La imagen original de Pinocho es la de un ser de madera, que vagaba por las calles, pobre, hambriento, mentiroso, avaro, sin escrúpulos ni emociones, que no acepta las críticas o correcciones de personas que lo quieren aconsejar.

En una oportunidad el grillo del cuento, advirtió a Pinocho que estaba actuando mal y que regresara a casa, el muñeco reaccionó violentamente:

«Al oír estas últimas palabras, Pinocho se levantó enfurecido, agarró del banco un martillo y lo arrojó contra el Grillo parlante. (…) Lo alcanzó en toda la cabeza, hasta el punto que el pobre Grillo casi no tuvo tiempo para hacer cri-cri-cri, y después se quedó en el sitio, tieso y aplastado contra la pared. ¡Muerto!»

No sintió remordimiento por matar al grillo, pero el karma lo castigó para darle una lección.

Pinocchio se fue de la casa a hacer travesuras en la calle, un policía lo agarró y lo llevan a la casa pero Pinocchio les dice que Geppetto abusa de él, la policía le cree y se llevaron al carpintero a la cárcel.

Una noche de tormenta, Pinocho salió a mendigar, pero los vecinos no le dieron nada y le tiraron una cubeta llena de agua encima. Volvió a casa mojado y sin comida, se sentó cerca de una hoguera para secarse y se quedó dormido, pero sus piernas comenzaron a arder y se convirtieron en cenizas.

Geppetto vuelve, golpea la puerta repetidas veces y grita para que Pinocho le abra, le contesta que no puede caminar. Su padre no le cree, pero logra entrar y ve que sus piernas totalmente quemadas.

Geppetto las reconstruye lo cual no fue buena idea. Pinocho vende sus pertenencias, el dinero lo derrocha en vicios y líos.

Fue perseguido por dos ladrones que querían robarle, pero logró entrar en una casa encantada, donde habló con una niña que habría estado muerta, al igual que toda su familia. Los delincuentes ingresaron a la vivienda y comenzaron a acuchillarlo, al no conseguir herirlo lo colgaron.

Collodi había pensado que ésta fuera la historia final, pero el editor del periódico le solicitó que continuara y le diera un final más feliz. 

Ahi aparece el hada azul, para salvar a Pinocho y le indicaría el camino correcto en la vida.

Sin embargo, en otros violentos capítulos ella también muere y luego aparece como un fantasma, al igual que el grillo parlante. 

Finalmente ambos logran que Pinocho siente cabeza y cuide a su anciano padre, no sin antes protagonizar duras escenas en las cuales quisieron freírlo en un sartén, lo convirtieron en burro, le quitaron la piel, entre otras muchas peripecias.