El narcisismo, el tratamiento silencioso.




El "tratamiento silencioso": una de las armas más letales del arsenal narcisista.


La primera vez que consideré seriamente terminar mi relación con el narcisista, meses antes de que lograra identificar su trastorno, fue en una de las muchas ocasiones en las que me aplicó una de sus tácticas pasivo-agresivas preferidas: el “tratamiento silencioso”.


La herida emocional que me produjo fue de tal magnitud, que decidí darme un respiro y cortar la relación. Lamentablemente, el narcisista en ese momento supo enredarme muy bien con sus manipulaciones y mentiras, y terminé aceptando lo inaceptable.


El “tratamiento silencioso” es una de las estrategias más utilizadas, y más letales, del depredador narcisista. Consiste básicamente en abstenerse de todo tipo de comunicación con la víctima, acompañando este gesto con una actitud fría y distante. Es “quitar la palabra” a la persona, ignorándola por completo, como si no existiera o no estuviera allí.


Con frecuencia, esta conducta la despliega el narcisista de buenas a primeras, sin que le anteceda ninguna discusión o desencuentro que pudiera explicarlo. Quizás en su mente trastornada sea una forma de castigar a la víctima por algún comentario que hizo y que él interpretó como una crítica. Nunca dice directamente la razón de su comportamiento, por lo que la víctima no logra entender la causa de su actitud, generando en ella un profundo cuadro de ansiedad y angustia.


Haya o no una “razón”, estoy convencida que el principal motivo por el cual el narcisista aplica el “tratamiento silencioso” es obtener, con un mínimo gasto de energía, el potente combustible negativo al que es tan adicto: frustración, enojo, miedo, ansiedad, confusión, angustia, desconcierto, etc.


Estos vampiros emocionales se alimentan del sufrimiento que generan en las personas que se relacionan con ellos. A través del “tratamiento silencioso” se empoderan de la víctima, muestran que son el jefe, que tienen el control y reafirman su superioridad.


El “tratamiento silencioso” es una demostración de poder. De eso va todo.


Por medio de esta táctica manipulativa, el narcisista juega con los sentimientos de la otra persona, con su temor al abandono definitivo, demostrándole que puede prescindir fácilmente de ella.


Lo diré desde ya el “tratamiento silencioso” es ABUSO en toda regla, ABUSO con mayúscula, y una bandera roja, rojísima, para identificar al narcisista. No es un rasgo de carácter, ni un cambio de humor del abusador. Él lo aplica deliberadamente con algunas personas y con otras no, lo que demuestra que sabe perfectamente lo que hace y que tiene un propósito en su agenda perversa.


El silencio del narcisista es siempre significativo, trasmite desprecio, indica furia fría, busca adoctrinar a la víctima para que sea más sumisa, para castigarla y advertirle sobre las consecuencias de sus actos, demostrando su falta de empatía, su desdén e indiferencia por sus sentimientos y emociones.


Existen varios tipos de “tratamiento silencioso”:


a. “tratamiento silencioso presente": cuando se ejerce estando la víctima presente. Su duración suele ser más corta, unas horas o a veces un día. El narcisista muestra una expresión impasible, una máscara glacial, responde dando el “hombro frío” (cold shoulder).


b. “tratamiento


silencioso ausente": se aplica en ausencia de la víctima, el narcisista desaparece sin dejar rastro durante varios días, semanas, etc., no responde llamadas ni mensajes de texto, no hay explicación previa ni advertencia, simplemente deja de comunicarse. Además de extraer combustible, es una forma de castigar a la víctima, de demostrarle lo fácil que se desprende de ella, y de disponer de tiempo libre para cultivar otras fuentes de combustible.


c. “tratamiento silencioso temático": el narcisista deja de hablar ciertos temas personales con su víctima, la conversación se limita a asuntos comunes e intrascendentes. Todo ello hace entender a la pareja que ya no es digna de su confianza, el narcisista se muestra frío y extremadamente reservado, no explica sus ausencias, mantiene en secreto sus asuntos, y la persona se siente tratada como una extraña. Esta forma sutil de silencio es un modo de devaluar a la víctima, de apartarla del círculo de sus intereses. El malestar se agudiza cuando en presencia de terceros el depredador se muestra abierto y jovial, lo que contrasta con la actitud que mantiene con la víctima, aún en presencia de testigos.


Algunas secuelas del "tratamiento silencioso":


El “tratamiento silencioso” es una táctica de manipulación tremendamente destructiva. Ataca directamente las necesidades más básicas del ser humano: las de atención y afecto, especialmente de parte de aquellos que dicen "amarnos". Por eso es tan cruel. Todos necesitamos que se reconozca nuestra existencia, cuando se nos ningunea e ignora de esta manera, nos cosifican y denigran completamente. Por eso sus secuelas son letales, para la vida psíquica y emocional del que lo padece.


No sin razón algunos se refieren al “tratamiento silencioso” como a un asesinato silencioso o psicológico, y su impacto puede ser mayor, incluso, que un acto de violencia física.


No permitamos nunca que nadie, bajo ninguna excusa, nos aplique esta arma de destrucción emocional y de nuestra autoestima. Y mucho menos una persona que dice amarnos, amigo, pareja, etc. A la primera señal de que nos están sometiendo al “tratamiento silencioso” deberíamos reaccionar poniéndonos psicológicamente a salvo y no dejando que nos destruyan y manipulen de esa manera.


Si una pareja, amistad, etc. intenta aplicarnos la “ley del silencio” y de buenas a primeras nos quita la palabra, es un signo clarísimo del grado de toxicidad de esa persona. Se trata de abuso, no lo olvidemos, y nada más.


En una relación sana puede haber momentos de tensión, y momentos de retirada de la comunicación para evitar mayores conflictos y desencuentros, y es importante saber diferenciarlos de la conducta manipuladora y sádica del depredador emocional.


En una relación sana esos silencios son una tregua que tiene como objeto quizás aliviar tensiones y retomar la comunicación en un clima más propicio.


El “tratamiento silencioso” del que hablo aquí no busca la reflexión de las partes, no tiene intención de aclarar ni ofrece explicaciones de ningún tipo, no se muestra considerado ni respetuoso con los sentimientos de la otra persona. Es manipulación, abuso y empoderamiento en estado puro.


¿Cómo reaccionar al “tratamiento silencioso”?


El narcisista cuando somete a su víctima al “tratamiento silencioso” lo que está buscando es que ésta corra detrás de él y le suplique que vuelva a hablarle, que llore y que le manifieste su angustia e incluso que se culpe a sí misma por haber disgustado a su verdugo.


Si nada de esto sucede, si la víctima no reacciona, si actúa como si el asunto no fuera con ella, el narcisista se queda desarmado.


En realidad, la única respuesta indicada frente al “tratamiento silencioso” es NO REACCIONAR. Sé que es difícil, pero no hay otra fórmula para dejar sin efecto su estrategia de manipulación. Por supuesto, si se sumerge en su silencio mohíno estando nosotros presentes, pues retirarnos ipso facto del lugar, sin aspavientos ni alegatos, sin ningún tipo de expresión emocional. Su juego maligno funciona si estamos a su lado, si nos marchamos de inmediato y se queda solo, serán las estrellas las que aguanten su silencio tóxico.


No estamos obligados, bajo ningún concepto, a permanecer al lado de una persona que nos somete a este tipo de juego perverso.


Abstengámonos de reclamaciones, no pidamos explicaciones, ni intentemos hacerle ver lo tóxico de su comportamiento, el daño que nos hace, etc., no sirve de nada y le estaríamos dando combustible que es lo que está buscando. Simplemente sigamos con nuestra vida como si tal cosa, y cuando vuelva a hablarnos tampoco hagamos una fiesta, actuemos sencillamente como si no hubiera pasado nada. De esta manera, haremos fracasar su tentativa de extraer combustible mediante esta insidiosa táctica manipulativa. Nada de “suministro narcisista”, ni positivo ni negativo. Nada es nada.


Soy consciente que es más fácil escribirlo que hacerlo, pero es el camino si queremos desactivar esta bomba destructiva que es el “tratamiento silencioso”.


Lo mismo si se trata de un “tratamiento silencioso ausente", ni llamadas ni mensajes de texto, aunque dure semanas y semanas. Aprovechemos su ausencia para librarnos de su toxicidad y ocuparnos de nuestra vida. Si no lo buscamos, el narcisista necesitará saber por qué no lo hacemos, la razón de nuestra indiferencia. Para él eso significa que ya no nos controla como él creía, y tarde o temprano regresará para intentar retomar su poder sobre nosotros.


En síntesis, nuestra mayor arma frente al “tratamiento silencioso” es, sencillamente, ignorarlo, no reaccionar, así lo dejamos sin efecto. Una de las cosas, que más temen los narcisistas es que los ignoremos, que pasemos totalmente de ellos. Al final, heridos en su inflado orgullo, se retirarán y buscarán combustible en otra parte.


Si el narcisista te quiere manipular dejándote de hablar, ignorándote y tratándote como si tú no existieras o fueras un extraño, ni te agobies, ni busques explicaciones que no existen, nada de angustia ni de afanes, simplemente muéstrate indiferente y no reacciones, y deja que se hunda en su silencio tóxico por los siglos de los siglos si es eso lo que quiere.


Fuente : Quora


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