Y, algún día...

 


Y, algún día, encontrarás quien te entienda y no quiera cambiar ni una sola coma de lo que van escribiendo tus ganas de vivir. Y te hará tan feliz que se confundirán los sueños con la realidad. A partir de ese momento, te darás cuenta de que los tropiezos y las caídas solo fueron parte del camino. Y que para llegar a este punto, en el que sonríes como una idiota, tuvieron que suceder.

No te sientas mal por ello. Porque los que te quisieron mal te han ayudado. Mostrándote lo que realmente tienes que alejar de tu vida.

Manuel Montalvo Ruiz


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