El que es esclavo de sus prejuicios no entiende la libertad ajena.



 Sabes lo que la gran mayoría hace cuando se cruza con una persona que no pacta; con una que no deja que las opiniones ajenas la definan? 

Con alguien que no pide permiso para ser quien realmente es y al que no le influye lo que los demás piensen o digan? 

Sabes lo que pasa cuando una persona sabe decir que no? 

Cuando es fiel a sí misma, cuando ya perdió los miedos y es consciente de lo que le hace bien y lo que le lastima? 

Sabes lo que la gran mayoría hace cuando se encuentran con una alguien que sabe poner límites y que no tiene problemas en hacer oír su voz, o lo que dicen de quienes sin importar las circunstancias en las que se encuentren, ni lo oscuro que parezca el camino, siempre encuentran la fuerza y el valor suficiente para salir adelante?

No, no son alabadas, ni aplaudídas, ni premiadas, al contrario, la mayoría de las veces son criticadas, desplazadas, excluidas, descartadas y mal vistas. 

Y sabes por qué? Por que las personas fuertes y seguras de sí mismas generan cierta "picazon" ante aquellos que aún no se animan a ser quienes realmente son y gran malestar en aquellos que no pueden conseguir lo que desean, es entonces cuando lanzan sus flechas y cierran puertas, hablan sin saber, sacan conclusiones sin preguntar y dan por hecho lo que no es.

Y sabes lo que hacen éstas personas con todo lo que los demás dicen de ellas? 

Lo transmutan a su favor, lo convierten en amor propio y en lugar de permitir que las opiniones ajenas los limiten, los condicionen y los hundan, lo utilizan como trampolín... 

Y eso siempre marca la diferencia. 

 Valeria.


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