¿Cómo es que el cilantro fue prohibido en España por motivos religiosos?.




¿Cómo es que el cilantro fue prohibido en España por motivos religiosos?

La respuesta corta es: debido a que su uso era asociado a los judíos, una comunidad que fue muy próspera y respetada en España durante la Edad Media, hasta que llegaron al poder los Reyes Católicos, Isabel I de Castilla y Fernando II de Aragón, quienes fundamentaron su reinado en la unificación religiosa en torno al catolicismo. Dentro de esta política, los Reyes Católicos deciden decretar en 1492, mediante el Edicto de Granada, la conversión forzosa al cristianismo de los judíos (a quienes se referían como ‘marranos’), y expulsar o ejecutar de los que se negasen.

El objetivo era, supuestamente, impedir que los judíos influyeran con su cultura e interpretación de la Biblia, las creencias cristianas (y específicamente católicas) de los demás habitantes, es decir, impedir que los ‘judaizaran’. Esta decisión fue reforzada con las medidas represivas aplicadas por la Inquisición, instaurada catorce años antes en la Corona de Castilla y nueve en la Corona de Aragón. Los judíos convertidos al cristianismo, o “judeoconversos”, acudieron masivamente a este procedimiento al verse perseguidos, especialmente durante los cuatro meses de 1492 que los Reyes Católicos dieron de plazo para su conversión, expulsión o ejecución. Obviamente, muchos de ellos fingieron solamente haberse ‘convertido’ al cristianismo, aparentándolo externamente, pero continuaron siendo judíos muy privadamente en sus hogares.

Pues resulta que el cilantro o culantro había sido usado ampliamente en la cocina ibérica, hasta que a fines de la Edad Media comenzó a ser rechazado en los reinos hispánicos por motivos religiosos. Sí, resulta que esta hierba de origen mediterráneo, solía ser usada por los judíos para condimentar sus alimentos, por lo que, a raíz de la persecución de esta comunidad, fue considerada en España como la hierba de los 'infieles'. (Por las mismas causas fue incentivado el consumo del cerdo, carne “prohibida” por la religión judaica.)

En consecuencia, fue abandonado el uso del cilantro en la cocina de los cristianos españoles, siendo sustituido por el perejil. Un «buen ejemplo de la histeria que las prácticas inquisitoriales provocaron en la población lo encontramos en la literatura española del siglo XVI, en la obra "La lozana andaluza" de Francisco Delicado, donde Aldonza, la protagonista, conoce a algunas mujeres conversas poco después de su llegada a Roma. Reacias a revelar mucho sobre sí mismas porque no la conocen, las mujeres deciden poner a prueba el judaísmo de Aldonza pidiéndole la receta de buñuelos dulces (hormigos) o cuscús (alcuzcuzu). La tarea era determinar si Aldonza usaba cilantro para preparar los platos, ingrediente que revelaría su identidad judía.» [1]

A raíz de estas circunstancias, durante siglos, sólo en ciertas zonas de España, como en Canarias, se mantuvo el uso del cilantro.

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