Y me niego a oírte decir que tienes las alas rotas.




Y me niego a oírte decir que tienes las alas rotas.
Tal vez heridas. Tal vez oxidadas.
Pero no rotas.

Sólo hay que mirarte, y si no sabes mirarte
déjame que te mire yo:

No - están - rotas.

La chica desastre- JF Torres 

 

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