El lobo y la grulla. Fábula.

 



Como quedara clavado un hueso, al tragarlo, en la garganta de un lobo, vencido por el gran dolor empezó a seducir a todos con un premio para que le extrajeran aquel mal. Finalmente, fue persuadida por el juramento una grulla, que entregando la longitud de su cuello a la garganta hizo la peligrosa cirugía al lobo.


Como por esto solicitara insistentemente el premio pactado, "Ingrata eres" dijo el lobo, "porque sacaste incólume tu cabeza de mi boca y pides recompensa".


Moraleja: Nunca merecerá la pena ayudar a los que por naturaleza son malos.

Esopo


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