Ejemplos de que los premios son relativos...

 


Al igual que hay grandes escritores sin su merecido Nobel, hay grandes directores sin su merecido Oscar a la Mejor dirección. Imperdonables olvidos de la Academia sueca e imperdonables olvidos de Hollywood.

Algunos de estos directores siguen con nosotros y queda aún la esperanza de que algún día lo consigan, a pesar de lo dilatada de su trayectoria y de sus multipremiadas películas. Porque quizás algún día David Lynch, Quentin Tarantino, Jane Campion, Spike Lee, Paul Thomas Anderson o Pedro Almodóvar puedan coronar alguna de sus futuras películas con una estatuilla dorada al mejor realizador.  Otros ya no les queda más que la justicia del recuerdo, como a Akira Kurosawa, Howard Hawkes, Charles Chaplin, Robert Altman, Fritz Lang o Sidney Lumet. O estos cinco que merecen un apartado especial.

1-Alfred Hitchcock

El "maestro del suspense" es considerado casi por unanimidad como uno de los grandes creadores de la historia del séptimo arte. Sin embargo, ninguna de sus grandes obras, ni siquiera "Psicosis" o "La ventana indiscreta", llevaron a que la Academia lo considerara como mejor director en las cinco ocasiones en que fue infructuosamente nominado. En otras ni fue considerado para el premio, como pasó con "Vértigo", una de las películas que casi siempre aparece en las listas de las mejores de todos los tiempos.

2-Orson Welles

Muy pocos dudan que Welles fue uno de los directores que más aportó a la historia del cine y casi ningún crítico se atrevería a excluir a "El ciudadano Kane" de la lista de mejores películas jamás producidas. Sin embargo, Welles tuvo la mala fortuna de que la Academia, que por un tiempo lo tuvo como su "niño prodigio", nunca le concediera el reconocimiento que todo director espera algún día obtener.

En su vasta cinematografía, que incluye películas memorables como "El tercer hombre" o "El cuarto mandamiento", solo fue considerado para el premio al mejor director en una ocasión: su primera obra, "Ciudadano Kane", que solo se llevó el galardón al mejor guion para Herman J. Mankiewicz (junto a Orson Welles, si bien parece que un muy segundo lugar).

3-Stanley Kubrick

Genio donde los hubo y rompedor, Kubrick redefinió la forma de hacer cine con una nueva estética: sensualidad, proyección de futuro, iluminación, perfección técnica y una exigencia obsesiva en torno a todo el proceso creativo lo llevaron a producir películas que hoy sirven de modelo en casi todas las escuelas de cine.

Fue nominado a mejor director en cuatro ocasiones. Sin embargo, el creador de obras maestras como "La naranja mecánica", "2001.Una odisea espacial" o "Barry Lyndon"solo ganó un Oscar en toda su carrera: por los efectos visuales de "2001". Algunas de sus películas que hoy son de culto, como "El resplandor", "Lolita" o " Eyes Wide Shut", ni siquiera le valieron una nominación como mejor director.

4-Ingmar Bergman

Para muchos historiadores del cine fue quizás el mejor director de la segunda mitad del siglo XX: Bergman creó una nueva poética, cargada de simbolismos, fotogramas e historias memorables que proponían desde el cine una nueva dimensión de la condición humana. Pero aunque su nombre y el de sus obras fueron una constante durante décadas, la Academia estadounidense privilegió por años a directores nacidos en su propio país y nunca le concedió a Bergman la estatuilla a mejor director (aunque sí ganó, no obstante, varios Oscar a mejor película extranjera).

Como Kubrick, Bergman fue un duro crítico de los premios de Hollywood y en una ocasión llegó incluso a renunciar a la nominación por el guion de "Fresas Salvajes" tras considerar que el proceso y la propia institución eran "humillantes".

5-Federico Fellini

Obras como "La Dolce Vita", "La Strada", "Amarcord" y "Ocho y Medio" ubican a Fellini desde hace décadas entre los mejores directores de todos los tiempos. Su nombre no solo es sinónimo de la Italia que renace en la posguerra, sino también de una de las mentes creadoras que con mayor brillantez ha sabido tratar el humor, la compasión, el dolor, la derrota y la búsqueda incansable de la felicidad humana. 

Por ello, fue uno de los realizadores foráneos cuyas obras recibieron un mayor reconocimiento de la Academia: ganó en cuatro ocasiones el Oscar a mejor película extranjera. Y, si bien fue nominado también cuatro veces a la mejor dirección, nunca lo ganó. Sus obras, desde "La Dolce Vita" hasta "La Strada", "Amarcord" y "Ocho y Medio" lo ubican desde hace décadas entre los mejores directores de todos los tiempos que nunca escucharon su nombre sonar en el que es considerado el segundo premio más importante de la gran noche de Hollywood, tras el Oscar a Mejor película.

Cinco ejemplos de que los premios son relativos...

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