LA NIÑA DEL ABRIGO ROJO DE "LA LISTA DE SCHINDLER.


Probablemente "la niña del abrigo rojo" que aparece en "La lista de Schindler" (1993 - Steven Spielberg) sea uno de esos personajes cinematográficos que resultan imposibles de olvidar. Su inocencia era también la de todos los que eran masacrados de forma inmisericorde por el ejercito alemán por el único hecho de ser judíos. La película, rodada en un sobrecogedor blanco y negro que resalta el dramatismo de lo ocurrido, ocultaba también el escandaloso color de la sangre de los fusilamientos que la niña va presenciando mientras camina en busca de refugio bajo su cama, tal y como seguramente le enseñaron unos padres que ya no podían estar junto a ella para protegerla, y sin embargo ese mismo color es el único que Spielberg se permite como licencia en su sobrio juego de luces y sombras; y es que en el abrigo de la niña, parece encontrarse simbólicamente concentrada toda la sangre injustamente derramada a su paso y que de camino se convierte en la conciencia de Oskar Schindler, que observa la escena desde una atalaya, abriendo los ojos a una realidad diferente al mero objetivo de amasar dinero con el sufrimiento de los demás.  

Lo curioso es que parece que esta niña existió realmente, o al menos así lo manifiesta la conocida pintora polaca Roma Ligocka, prima de Roman Polanski, otro sufridor de este episodio de barbarie. En la película la niña muere, pero en la realidad Roma logró sobrevivir al escapar con documentación falsa y con la ayuda de una familia polaca que conmovida por la niña que llevaba el abrigo rojo (que les recordaba a una fresita) se decidió a correr el riesgo. Roma Ligocka escribió su experiencia en un libro que como no podía ser de otra forma se llama: "La niña del abrigo rojo".

La actriz que dio vida a la pequeña, Oliwia Dabrowska, que solo contaba con tres años en el momento del rodaje, sufrió durante un tiempo un pequeño trauma por su participación en la película. Spielberg le aconsejó que no viera el film hasta cumplir los 18 años, pero ella, impaciente, lo vio con solo once y no comprendió bien el simbolismo de la escena ni la crueldad que empapa muchos minutos del film: "Me sentía avergonzada de estar en la película y me enfadaba mucho con mis padres cuando le contaban a alguien mi papel". "Lo mantuve en secreto durante mucho, mucho tiempo, mucha gente en el colegio me decía: "debe ser muy importante para ti, debes saber mucho del Holocausto", fue esta una situación que la actriz solo pudo superar cuando tuvo la edad apropiada para entender el significado de la película y de las imágenes, momento tras el cual aseguró: «Entonces me di cuenta de que había formado parte de algo de lo que podía sentirme orgullosa; Spielberg tenía razón, debía crecer para ver la película»

Web

Comentarios