Gracias al pueblo ruso.

 



Gracias a la valentía y enorme espíritu de sacrificio del pueblo ruso y de las demás naciones que conformaban la Unión Soviética, la humanidad está libre de haber sido esclavizada por el nazi-fascismo, el aporte que la antigua Unión de Repúblicas Socialistas So­viéticas hizo a la paz mundial, cuando derrotó al ejercito alemán, en una encarnizada guerra que concluyó con la muerte de 27 millones de soviéticos entre civiles y militares ya sea combatiendo al agresor nazi o siendo asesinados en tiempos de ocupación o en los campos de concentración fascistas donde eran objeto de un trato atroz y cruel.

El ejercito rojo obrero y campesino y la flota roja de obreros y campesinos aniquiladores del fascismo alemán, defendieron la patria proletaria aplastando al invasor nazi-fascista, y liberando al mundo de su amenaza, en una guerra racial, en la que estaba en juego la supervivencia misma de los pueblos. Ya desde tiempos del Reich Guillermo era que Alemania miraba al este como espacio vital, y se preparaba una alianza con Inglaterra, país líder del Occidente Liberal, con el fin de llevar a cabo el desmantelamiento de Rusia y preparar el terreno para un liderazgo mundial de Alemania.
Aunque ahora haya quienes quieran olvidarlo o tergiversarlo, la entonces Unión Soviética aportó a la derrota del nazifascismo unos 35,5 millones de combatientes; de los cuales el 65,4 % eran rusos; el 17,7 % ucranianos; un 3,2 % bielorrusos; un 1,7 % tártaros; 1,4 % judíos; 1,1% kazajos; un 1,1% uzbecos; y el 8,3 % restante de otras etnias.
La actitud filofascista de Occidente encuentra su consagración en el plano filosófico en maestros del liberalismo que no esconden sus elogios al Nazi-fascismo, junto al programa anunciado por el Mein Kampf de sometimiento y esclavización de los eslavos que es considerado aceptable por las potencias Occidentales con el pretexto de hacer un frente común contra el despotismo Asiático, y con el fin de salvar la civilización Europea; pues de siempre, cuando los Nobles terratenientes, Príncipes y Reyes vieron en peligro su poder, se han opuesto encarnizadamente a los movimientos revolucionarios y gobiernos Comunistas, no para salvar la "civilización Cristiana" de la hordas bárbaras ateas si no para defender o recuperar sus castillos, bosques, latifundios, sus siervos, sus rentas, su lujo, sus privilegios, su poder y su influencia social y no tienen dudas en emplear el terror masivo o apoyar a quienes lo ejercen en su nombre; ya en los años en los que Stalin, desde la cárcel en la que el régimen Zarista (aliado de Inglaterra) lo había recluido, y soñaba con la hermandad de los soldados y los pueblos, Churchill se dedica a conducir hasta al final, una guerra que para él está destinada a reforzar la hegemonía del imperio y la raza Británica.
En el propósito de ocultar la esencia política de la segunda guerra mundial, desaparecen le colonialismo, el imperialismo, las guerras mundiales, las luchas de liberación nacional, los diversos y contrapuestos proyectos políticos, no se plantean ni siquiera las relaciones del occidente liberal con el fascismo y el nazismo, ocultan igualmente la tardanza en abrir el frente occidental contra Hitler acordado por los Aliados.
Ocultando la colaboración de los monopolios capitalistas y de destacados empresarios europeos y norteamericanos con el fascismo patrio y el Nazismo tampoco se habla de las empresas de EE.UU. que hicieron negocios lucrativos con los nazis. Coca-Cola fabricó para los Nazis, la bebida Fanta. IBM les vendió las máquinas Hollerith, capaces de censar y clasificar personas por su raza y religión, algo muy útil para el Holocausto. La filial alemana de la ­corporación estadounidense General Motors (principal productora de camiones de combate para la Wehrmacht) usó esclavos de los campos de concentración. Henry Ford recibió en 1938 la distinción nazi de «extranjero distinguido».
La llamada Gran Guerra Patria, iniciada el 22 de junio de 1941, culminaba tras 1.418 días y noches de heroica epopeya y proezas inimaginables en la defensa de su Patria frente al agresor y en la lucha por la paz en el mundo, y de igual forma, la contribución soviética a la independencia y el desarrollo de países del Tercer Mundo constituyó un estandarte de solidaridad que jamás podrá soslayarse.
Porque frente a toda clase de tergiversaciones históricas o propaganda occidental, emergió para siempre una realidad indiscutible.
¡¡SLAVA RUSIA!!
¡¡SLAVA STALIN!!
¡¡Larga memoria, honor y gloria al glorioso ejercito Rojo!!
спасибо за победу.🌹

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