La isla de pascua, ejemplo de supervivencia desde el siglo XII
AHU AKIVI, EN LA ISLA DE PASCUA.
Foto: iStock
Un estudio multidisciplinar ha descubierto el modo en que los patrones comunitarios de la isla de Pascua contribuyeron a la supervivencia de los rapanui desde el siglo XII hasta su contacto con los europeos.
C. M. Muñoz
Existen asimismo evidencias de que el aislamiento extremo puede haber llevado a la desaparición de algunas poblaciones en las llamadas "islas misteriosas" del océano Pacífico. Los registros arqueológicos muestran que sus antiguos habitantes abandonaron estas islas o se extinguieron justo en el momento en que disminuyó la interacción con otras islas vecinas. "Una hipótesis es que a medida que esos lugares se vuelven realmente aislados, se hace demasiado difícil vivir allí, por la razón que sea", explica Lipo.
La sociedad rapanui continuó tras la deforestación de la isla de Pascua
POBLACIONES Y SUBPOBLACIONES
En los últimos años, los investigadores han construido distintos modelos para estudiar los factores que impulsan los cambios en la diversidad de rasgos culturales a lo largo del tiempo. Un factor importante es la demografía: la cantidad de personas que intercambian ideas entre sí. Pero la estructura de esa población también es importante. Si bien puede parecer contradictorio, las grandes poblaciones en las que todos interactúan entre ellos pueden experimentar una deriva cultural más fuerte, según Di Napoli. "Mientras que si tienes muchas subpoblaciones pequeñas diferentes, terminas manteniendo más diversidad, porque esta se halla 'secuestrada' en estos diferentes subgrupos", afirma el investigador.
Un factor importante es la demografía: la cantidad de personas que intercambian ideas entre sí. Pero la estructura de esa población también es importante.
Las poblaciones tradicionales tienden a ser extremadamente conservadoras y evitan el cambio a menos que haya una buena razón para ello. Después de todo, tomar decisiones equivocadas puede acarrear consecuencias nefastas para la comunidad. "Realmente quieres aferrarte a algo que funcione. Si decides arriesgarte, plantar cultivos al azar en otro lugar y no funciona, se acabó el juego", concluye Lipo.
De hecho, la Isla de Pascua a menudo ha sido vista por los investigadores como un lugar donde las personas tomaron decisiones tan irracionales que les acabaron llevando a su propia desaparición, como talar todos los árboles para construir estatuas gigantes (aunque se ha demostrado que en realidad eso no ocurrió). Cuando llegaron los europeos, Rapa Nui tenía una población total estimada de 3.000 a 4.000 individuos, divididos en un número desconocido de clanes y comunidades. La mayoría de estas comunidades eran probablemente del tamaño de familias numerosas, quizá compuestas por varias docenas de individuos que vivían en un espacio que se extendía algunos cientos de metros.
MODELOS INFORMÁTICOS
Por medio de modelos informáticos, Lipo y Di Napoli exploraron el impacto de los patrones espaciales distintivos de la isla de Pascua en la retención de información cultural. En su modelo, ubicaron comunidades alrededor de los ahu, o grandes plataformas de moáis, que eran grandes centros ceremoniales. Luego configuraron las formas en que estas comunidades podrían potencialmente interactuar y qué efecto tendrían estas interacciones en la persistencia de diversos rasgos culturales. Lo que descubrieron es que cuanto mayor es el número de subgrupos que mantienen una interacción limitada, es más probable que una población retenga información cultural que puede ser beneficiosa para ellos, incluso cuando la población total es bastante pequeña. "Según el modelo de simulación, parece que la estructura de la población es muy importante para impulsar y retener los cambios en la diversidad cultural. Esto podría ser un factor realmente importante para el cambio en la historia de la humanidad en general", afirma Di Napoli.
CONFIGURACIONES DE INTERACCIÓN DE LAS COMUNIDADES RAPA NUI SEGÚN EL MODELO DE LAS UBICACIONES DE LOS AHU.
Cuanto mayor es el número de subgrupos que mantienen una interacción limitada, es más probable que una población retenga información cultural que puede ser beneficiosa para ellos.
Tras el contacto con los europeos, la enfermedad se cebó en los habitantes de Rapa Nui, muchos de los cuales también fueron esclavizados. En 1877, la población de la isla se redujo a solo 111 individuos. Como resultado, gran parte del conocimiento cultural de Pascua se perdió, incluida la capacidad de interpretar el rongorongo, un sistema de glifos que se utilizó en la isla. Pero han sobrevivido otras tradiciones como las canciones, los bailes e incluso el propio idioma rapanui, que aún hoy hablan los isleños. "Ciertamente se perdió mucho, pero tenían estos mecanismos para valorar las tradiciones orales y poder transmitirlas. Es una supervivencia asombrosa a pesar de las increíbles probabilidades. Se ha escrito mucho sobre el lado negativo de lo que ocurrió en Pascua, pero creo que aún no hemos comenzado a apreciar como se merece el ingenio de la gente que allí vivió", concluye Lipo.
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