"Creo que ninguna obra de arte me ha afectado emocionalmente de la forma en que este brazo robot lo ha hecho".

Se llama "No puedo ayudarme a mi mismo" y es un brazo robot programado para limpiar el líquido que está constantemente filtrando fuera de si mismo, parecía un flujo de sangre interminable. Le programaron movimientos de baile para que tuviera gestos humanos. Y al principio parecía feliz y orgulloso de su trabajo, bailando cuando tenía visitas. Pero tres años después parece cansado, sin esperanzas, como si estuviera viviendo en un ciclo interminable en el que intenta recoger sin éxito lo que él mismo provoca. Y todo para entretener a otros. Cuando finalmente descubrí que había dejado de funcionar en 2019, esencialmente muriendo, no puedo evitar imaginar el alivio que debe haber sentido. Y lloré por este brazo robot .Fue programado así, no podía evitar hacer lo que hizo, y nunca nadie le ayudó, solo miraron"

Mulandra Snead

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