Loba salvaje.

 Ese animal femenino feroz, sabe protegerse de los depredadores y se sobrepone a la falta de experiencia o la ingenuidad. tiene una fuerza notable en su interior y puede sacarla a relucir. Aún cuando ha estado dormida por un tiempo. Una loba salvaje es una hembra salvaje y decidida, que aprecia lo femenino que la constituye. Roma, que fue la capital del mundo, había sido fundada por Rómulo y Remo, dos niños abandonados que sobrevivieron gracias a que una loba los amamantó. La loba no demanda, sino que ofrece. No pide, sino que se da. Aún así, no está domesticada. Si actúa de esa forma es porque se siente con poder, no porque se supedite. Sabe que puede irse cualquier día, sin haber decidido destino antes de partir. Sabe que se pertenece, por eso también puede entregarse. No tiene miedo de darse a otro porque es libre. No teme sufrir porque sabe que es fuerte. Ama el arte, porque es la mejor vía para la libre expresión. Se ama a ella misma, sin caer en el narcisismo o en la egolatría. Lo mejor de todo es que esta loba salvaje está en toda mujer. Solo hay que armar el valor para despertarla. Dejarse ser, no hay nada comparable.

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