Las ranas y los toros. Fábula.
Cierto día estaban dos toros peleándose en un prado.
Una rana los miraba y suspiraba con tristeza.
Al preguntarle otra qué le ocurría, la rana respondió:
- Uno de ellos perderá y será desterrado. Como será expulsado del prado, vendrá a la charca y nos perjudicará a todas. Ya verás cómo este combate que no es nuestro, nos trae malas consecuencias.
Y así fue. El toro perdedor ya no pudo pacer en los campos y tuvo que irse al estanque. Allí, todos los días, aplastaba con sus pezuñas a una buena cantidad de ranas.
Así ocurre con los poderosos: sus peleas perjudican finalmente a los más débiles.
Esopo
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